Clavadistas

Torpedors humanos que dírian por Málaga.
Vine a Acapulco para ver a estos saltadores, vale la pena, nueve jovenzuelos el más pequeño de unos 11 años hasta los 25 del mayor, estos últimos entradillos en carnes, vamos que hambre no pasan, que se santiguan ante una virgen, y en picado o dando un mortal saltan a un estrecho entre rocas.

Acapulco, es como Benidorm, la bahía de Santa Lucía porque ese día de diciembre fué cuando la peñuli conquistadora de Hernán el salvaje Cortés, desembarcaron en estas costas.

Ahora es ciudad costera del turismo y de cemento vertical. hay tres zonas, la costa diamante de los super ricos y mafiosos, la del centro Paseo costera, que es donde se clavan estos edificios, y el Acapulco viejo, zona más bonita con pescadores que venden sus presas a pie de playa y sin edificios grandes, es en la zona de la Quebrada donde saltan los clavadistas, 20 pesos en taxi.

Después de tanto exotismo montañero y playero, la verdad es que atetecía una camita de hotel, a cinco pisos de altura frente al mar, Hotel Oviedo, 150 pesos por habitación con ventilador, me la quedo!