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Real de Catorce
Un fantástico paraje en medio de cerros donde a los de Holliwood se les ocurrió grabar un par de películas, the mexican, y bandoleras, o algo parecido.
Lo mejor es la tranquilidad nocturna.
Cuando te apeas del minibús que atraviesa el túnel Ogarrio, paso obligatorio para llegar, tipos sospechosos con sombrero vaquero, insisten en acompañarte al hotel San Juan, venga te haremos caso...
170 pesos por noche por pardillo. Ya que a la tercera noche te das cuenta de que eres de los que más pagas. Solución, 140 pesos por esta noche...
Te insisten en llevarte a caballo a la ciudad fantasma, aunque los recursos de uno, animan a levantarse pronto gracias al jetlag todavía presente del tercer día de llegada a Mexico.
Paseito montaña arriba, desde donde se divisa el pueblo así de bonito, y aún más arriba aparece el antiguo pueblo minero de plata, el paraje lleno de cactus preciosos.
También insistirán los cowboys en llevarte al cerro quemado, centro ceremonial Huichol, donde según compañeros aventurados, justo al llegar arriba te asalta un tipo que te pide 20 pesos de peaje, luego se pone a danzar, y no se que más, eah!, de vuelta al pueblo para preparte a tener buen dolor de piernas durante un par de días por la tensión de mantenerte erguido a lomas del caballo.
Paraditas de dulces, frutas y demás, adornan la calle principal, por cierto, están rehaciendo todo el pueblo, es posible que en 4 añitos, ya no se trate de un pueblo en semiruinas y barato para el viajero mochilero...